Si tiene que pensar en aplicar medidas de seguridad y proteger la periferia de un espacio, probablemente pensaría en que los agresores invaden por los cuatro costados. Sin embargo, ahora hay otra dimensión que hay que proteger. Sí, hablamos de los espacios aéreos. La forma en que los aviones no tripulados se han vuelto ampliamente accesibles en las economías capitalistas ha transformado el funcionamiento de la seguridad nacional. De hecho, los sistemas aéreos no tripulados (C-UAS) se han convertido en la necesidad del momento para abordar una serie de acuciantes problemas de seguridad y privacidad. ¿No está seguro de cómo funcionan los sistemas C-UAS y por qué son vitales? A continuación le explicamos por qué la tecnología contra-drones se ha convertido en un imperativo para las fuerzas del orden de todo el mundo.
¿Cómo Desafían los Drones a la Seguridad Aérea?
El debate sobre si los drones son buenos o malos existe desde hace años. Aunque originalmente los UAV (Vehículos Aéreos No Tripulados) se utilizaban con fines recreativos, con los dinámicos avances tecnológicos han planteado retos polifacéticos a las fuerzas de seguridad. Por ejemplo, pueden utilizarse en actividades delictivas, como introducir contrabando en las cárceles, facilitar la vigilancia no autorizada e incluso suponer una amenaza para zonas concurridas y sensibles como aeropuertos, estadios, bases de defensa, centrales eléctricas, puertos, etc. ¿La solución? Un sistema antiaeronaves no tripuladas capaz de impedir que los drones invadan el espacio aéreo restringido, burlen la seguridad tradicional y pongan en peligro la seguridad pública.
Soluciones Contra-Drones
Los organismos gubernamentales y policiales pueden utilizar soluciones contra drones para vigilar y contrarrestar activamente las amenazas aéreas. Con métodos de detección, seguimiento y neutralización eficaces, los sistemas C-UAS pueden impedir la entrada de drones no autorizados en espacios aéreos restringidos. Los Sistemas de Detección de Drones, como radares, sensores acústicos y escáneres de radiofrecuencia, pueden permitir a las autoridades detectar e identificar actividades no autorizadas de drones. Una vez detectada la amenaza potencial, tecnologías de rastreo como el reconocimiento óptico pueden permitir a las fuerzas del orden vigilar los movimientos del dron.
Las soluciones C-UAS también pueden incluir métodos como sistemas de interferencia de señales y pistolas de interferencia de drones para contrarrestar los drones deshonestos y detener sus actividades ilegales. Las infraestructuras críticas, como aeropuertos, edificios gubernamentales y eventos públicos, son los principales objetivos de las amenazas potenciales de los drones. Sin embargo, utilizando medidas contra drones, estos lugares pueden estar a salvo de las amenazas potenciales y funcionar sin interrupciones.
Del mismo modo, incluso cuando los drones no autorizados se utilizan con fines recreativos para obtener una vista aérea única de los sitios de la UNESCO u otros monumentos históricos, pueden colisionar con la infraestructura y causar daños irreparables o perjudicar la seguridad pública. Sin embargo, con el uso de mecanismos C-UAS, las autoridades gubernamentales podrían impedir que los drones no autorizados dañen la propiedad nacional, incluidos los monumentos históricos.
Conclusión
Ha habido numerosos casos en los que drones equipados con cámaras de alta resolución se han inmiscuido en zonas sensibles y han planteado problemas éticos y legales. Antes, los agentes de la ley y las autoridades gubernamentales eran casi incapaces de identificar los drones o detenerlos. Sin embargo, ahora, con la aparición de los sistemas contra aviones no tripulados, pueden mantener a raya a los UAV no autorizados.
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